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Cambios temporales y efectos climáticos


Cambios con el tiempo


El ciclo del agua describe los procesos que conducen al movimiento del agua en todas las zonas de la hidrosfera. Sin embargo, queda mucha más agua en "almacenaje" durante períodos largos de tiempo de la que realmente se mueve por el ciclo. El almacén para la gran mayoría del agua de la Tierra son los océanos. Se estima que de los 1.386.000.000 de kilómetros cúbicos (km3) del abastecimiento de agua del mundo, aproximadamente 1.338.000.000 km3 se almacenan en los océanos, es decir, un 95%.


También se estima que los océanos suministran alrededor del 90% del agua evaporada que entra en el ciclo de agua.

Durante los períodos climáticos más fríos se forman más glaciares y casquetes polares, y una parte sustancial del abastecimiento de agua global se acumula como hielo, disminuyendo las cantidades en otras partes del ciclo del agua. Lo contrario sucede durante los períodos cálidos.

Durante la última época glacial los glaciares cubrieron casi un tercio de la masa continental de la Tierra, con el resultado de que los océanos eran aproximadamente 122 metros más bajos que hoy. Durante el último calentamiento global, hace aproximadamente 125.000 años, los mares eran aproximadamente 5,5 metros más altos que ahora. Hace unos tres millones de años los océanos podrían haber estado a una altura de 50 metros más elevados.

El consenso científico expresado en el Panel Intergubernamental 2007 sobre el Cambio Climático (IPCC) indica que el ciclo del agua va a seguir intensificándose a lo largo del siglo XXI, aunque esto no signifique que la precipitación aumente en todas las regiones.



En áreas de tierra subtropicales (sitios que son relativamente secos ya) la precipitación podría disminuir durante el siglo XXI, aumentando la probabilidad de sequía. La sequía puede ser más fuerte hacia los márgenes polares de la región subtropical (por ejemplo, la Cuenca del Mediterráneo, Sudáfrica, Australia del sur y el Sudoeste de Estados Unidos).

Se espera que las cantidades de precipitación anuales aumenten en las regiones cercanas al ecuador, que tienden a ser más húmedas en el clima actual, y también en latitudes altas. Estos modelos a gran escala están presentes en casi todas las simulaciones de modelos climáticos llevadas a cabo en varios centros de investigación internacionales como parte de la cuarta evaluación del IPCC.

La retirada de los glaciares es también un ejemplo de un ciclo del agua cambiante, donde el suministro de agua a los glaciares a partir de la precipitación no puede mantenerse equilibrado con la pérdida de agua por fundición y sublimación. La retirada de glaciares desde 1850 ha sido extensa.

Las actividades humanas que cambian el ciclo del agua incluyen:

* Agricultura
* Modificación de la composición química de la atmósfera
* Construcción de presas
* Deforestación y repoblación forestal
* Retiro de agua subterránea de pozos
* Abstracción de agua de ríos
* Urbanización

Efectos sobre el clima


El ciclo hidrológico está impulsado por la energía solar. El 86% de la evaporación global ocurre en los océanos, que reduce su temperatura por la refrigeración evaporativa. Sin el efecto refrescante de la evaporación, el efecto invernadero conduciría a una temperatura superficial mucho más alta de 67°C, y un planeta más cálido.

Efectos sobre el ciclo biogeoquímico


El ciclo del agua es un ciclo biogeoquímico, pero además el flujo de agua por encima y por debajo de la Tierra es un componente clave de otros ciclos. La escorrentía es responsable de casi todo el transporte de sedimentos erosionados y fósforo desde el suelo a los cursos de agua. La salinidad de los océanos procede de la erosión y el transporte de sales disueltas del suelo. La eutrofización de los lagos se debe principalmente al fósforo, aplicado en exceso a campos agrícolas mediante fertilizantes, y luego transportado por la tierra y los ríos. Tanto la escorrentía como el flujo de agua subterránea desempeñan papeles significativos en el transporte del nitrógeno desde la tierra a los cursos de agua. La escorrentía también juega una papel en el ciclo del carbono, debido al transporte de roca erosionada y suelo.